Astolfo Romero
Astolfo José Romero Chacín nació en Maracaibo el 28 de febrero de 1950. Músico (cantante, cuatrista, tamborero, furrero, maraquero, guayista, compositor), locutor y artista escénico (actor de radio y televisión).
Conocido como El espectacular de la Gaita y El Parroquiano, se inició en el conjunto infantil Los Invasores (1962), con los cuales se presentó en el canal 13 del Zulia, al mismo tiempo que compuso la gaita Zulia.
Más tarde (1964), fundó en Mérida Los Bomberos y Los Canarios y cuando viajaba a Maracaibo, ensayaba con Los Tigres (1965-1967). Logró grabar como solista con el conjunto Estampas Gaiteras (1968), el tema Los Parranderos de Gil Ferrer, incursionó con Estampas (1970), Santa Anita (1971-1972), Cardenales del Éxito (1973), Universidad de la Gaita (1980-1983), Gaiteros de Pillopo (1983), reingresó a Cardenales del Éxito (1986) y más tarde, fundó La Parranda Gaitera (1992-1993), con Daniel Méndez y Pedro Villalobos.
Ha sido director de Gaiteros de Pillopo, director musical de Cardenales del Éxito, director-fundador de Maragaita y actualmente, director de la Parranda Gaitera. Como solista ha interpretado: El Barbero, El Mercado de los Buchones, La taguara de Bartolo, El marciano, La tamborilera, Barloventeña, Bahía de Cata, Dr. Caldera.
Sus composiciones destacadas: Sabor Añejo, Estampas, Entre palos y alegrías, El barbero, El mercado de los buchones, La pelea, El gabinete del diablo, El marciano, Aplausos, Ay corazón y otras
Ha obtenido el Virgilio Carruyo y ganó el I Festival Una gaita para el Zulia de Industrias Pampero (1984), con el tema El Mercado de los Buchones. Actor del programa A la jaiba en el Canal 11 del Zulia y locutor del programa Gaita antañona. Entre 1996 y 1999, ha sido considerado el Solista del Año por varios premios regionales.
Nos deja prematuramente el 20 de mayo de 2000, cuando todavía tenía mucho que dar a la gaita zuliana.
Fuente: Gaitazuliana,com.ve
Astolfo Romero tocó la puerta del estudio de grabación de Heriberto Molina, en Veritas, la mañana del 20 de mayo, a eso de las 9.30. Llegó media hora antes que el resto de los empleados e invitados, con lo que demostró, como siempre, su carácter puntual y comprometido.
Era común verlo en esas cuatro paredes. Siempre iba después del mediodía, se sentaba en su sillita en el rincón, sacaba su radio, una agenda y se ponía a escribir gaitas. Aunque esta ya la tenía escrita desde, al menos, una semana atrás.
Se disponía a grabar la maqueta de un tema que le propuso hacer Reinaldo Cubillán, “Tío Cubi”, como lo bautizó, para Los Chiquinquireños, y que entonaría la portentosa voz de Betulio Medina: Ave Cantora.
Yo me fui a la capital y allí sembré mis raíces. Y a mi vida di matices con un color especial. No olvido que soy oriundo del pueblo de los gaiteros, de mi lar maracaibero, el mejor pueblo del mundo.
Tres días antes, se habían grabado las percusiones, con Humberto Sánchez, el “Ovejo”, Manolo Medina y Heriberto Molina hijo; y los coros, en el que destacan voces como la de Ramir Salazar, además ejecutante del cuatro, Javier León y Marcos Díaz, el “Pibe”. “Germansito” Ávila se lució desde los teclados y los arreglos.
Comenzó a llegar la gente al estudio, nuevamente el “Ovejo”, Ramir, “Tío Cubi”, pero Betulio nada que llegaba. Le dieron largas al asunto, lo esperaron hasta avanzada la tarde, con unas cuantas guayacolitas bien frías, pero estaba desaparecido.
Astolfo se paró ante el micrófono, para grabar una simple maqueta que, sin intención, pasaría a la posteridad. La primera estrofa y el estribillo fueron entonadas por el “Parroquiano”, al cabo de un par de minutos.
Señales
Desde su llegada, Astolfo comentó de un dolor que tenía desde temprano, por cambiar un caucho el día anterior. La molestia comenzaba en su espalda y recorría su brazo izquierdo. Sin embargo, su contentura era la misma de siempre. Nada lo detenía.
Conversando en grupo en la recepción del estudio, a dos cuartos del estudio, se enciende la computadora y arranca a sonar Ave cantora.
“¿Estáis escuchando,’Tío Cubi’?”, le preguntó Astolfo a Cubillán. “Tranquilo, compadre, que esa es la Chinita que te quiere escuchar cantando”, respondió el director de Chiquinquireña 90.9 FM y creador de la Gaita Antañona.
La máquina se paró y arrancó nuevamente con la misma canción. Tres veces sonó el tema, para el asombro de los presentes, hasta que el técnico de grabación, Hendrik Esis, fue y la desconectó. Se hacen las 5.00 de la tarde y Esis se dispone a apagar los equipos, cuando consigue, debajo de la consola, la hoja con la letra completa de la canción, que no se conseguía. La guía que hizo Astolfo se trabajó solo con el estribillo y un verso.
“Astolfo, ve. Aquí está la gaita completa”, le grita Esis desde el estudio. “Bueno, ponela arriba pa’ grabala toda y Betulio que grabe cuando pueda”, dijo el “Parroquiano”. En menos de cuatro minutos, sin repeticiones ni segundos chances, la maqueta quedó lista.
A golpe de 5.30 de la tarde, se fueron a comer en “Tostadas Luis”, bajando Delicias, donde Astolfo pidió dos “cebúas”, como llamaba a las arepas con queso cebú, y un refresco light. Una hora más tarde se regresaron al estudio para dejar a Hendrick y Astolfo partió rumbo a su casa.
A las 9.30 entraba sin signos vitales a la clínica La Sagrada Familia, producto de un infarto. En Zuliana 102.1 anunciaban ininterrumpidamente que había fallecido el “Parroquiano”. El Ave Cantora había levantado su vuelo.
La continuación
La mañana del domingo, luego de la muerte de Astolfo, Betulio Medina grabó Ave Cantora, aunque no en solitario sino a dúo con el “Parroquiano”, aprovechando la perfección de la maqueta. De inmediato, las emisoras estallaron las radios del Zulia con la última joya de Romero. En este estudio se grabó el tema, junto a otras grandes gaitas. El técnico de sonido Hendrik Esis fue el encargado de dirigir la sesión.
fuente: Diario La Verdad
Astolfo Romero en vivo
El marciano
Universidad de la gaita
Gaita Callejera
Cardenales del éxito
No hay comentarios.:
Publicar un comentario